La alimentación influye de manera directa en la visión. Una dieta rica en vitaminas y suplementos nutricionales no constituye en sí una cura para los problemas de visión, pero una nutrición sana y equilibrada a cualquier edad es recomendable para mantener una buena salud visual y se asocia con un menor riesgo de padecer patologías oculares.
Una alimentación sin los nutrientes necesarios puede perjudicar la salud visual y a largo plazo, aumentar el riesgo de aparición de enfermedades oculares como cataratas, glaucoma o degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
Para la visión, una dieta rica en vitaminas, minerales y sustancias carotenoides y flavonoides, protegen, barren y limpian los radicales libres. ¿Dónde podemos encontrar estos componentes?:
• La VITAMINA A, necesaria para la visión nocturna, está presente en los alimentos como los lácteos y en los alimentos vegetales. El cuerpo es capaz de transformar los carotenos y, especialmente, el betacaroteno en vitamina A. Los carotenos se encuentran en vegetales de color naranja, rojizo o amarillo (zanahorias, espinacas, batata, berro, albahaca, tomates, espárragos, nísperos, rúcula, melocotones, ciruelas, etc.
• La VITAMINA B previene la aparición de enfermedades. El ácido fólico, la piridoxina y la vitamina B12 están relacionados con la prevención de la degeneración macular y están presentes en cereales integrales (trigo, avena, cebada), frutos secos (avellanas, almendras, nueces), verduras (coles, coliflores, rábanos, endivia) y en suplementos como la levadura de cerveza.
• La VITAMINA C es necesaria para la absorción de las vitaminas A y E, así como para fabricar colágeno muy presente, por ejemplo en el humor vítreo. Además de las propiedades antioxidantes, es adecuada para la absorción del hierro, calcio y los aminoácidos. Se encuentra en pimientos y cítricos (naranjas, limones, pomelos).
• La VITAMINA E protege las células de la oxidación mediante la protección de sus ácidos grasos. Puede prevenir la aparición de cataratas al neutralizar la acción de los radicales libres. Se encuentran en verduras y hortalizas de color ver, así como en vegetales ricos en aceite, como por ejemplo lechugas, guisantes, semillas de girasol, nueces o suplementos como el germen de trigo.
• ANTOCIANIDINAS. La labor de estos flavonoides se centra en la reparación de las células nerviosas de la retina, en el aumento del caudal sanguíneo y en la protección del colágeno. Se encuentran en alimentos como los arándanos, frambuesas, cerezas, berenjenas, ciruelas y manzanas.
• El ZINC es un mineral antioxidante que protege frente a los daños de los radicales libres. Se encuentra en el apio, espárragos, hígado, borrajas, higos, patatas y berenjenas.
• Los ACIDOS GRASOS ESENCIALES son grasas del grupo omega 3 y 6; previenen la degeneración macular, tiene efectos anti inflamatorios y ayudan a la formación de la vitamina A. El omega 3 se encuentra en pescado azul, cereales integrales, nueces y semillas de calabaza. El omega 6 en aceites de soja, girasol, maíz, frutos secos.
Según el estudio de resultados y calidad del Sistema Sanitario Público de Andalucía en su edición de 2012, cerca del 80% de los andaluces reconoce que en su dieta sólo incluyen 3 piezas de frutas o verduras a la semana y no las 5 diarias que se necesitan para un óptimo funcionamiento del organismo. Además, cerca del 20% admiten no ingerir este tipo de alimentos
En este sentido, los ópticos-optometristas recomiendan al menos:
1.- Incluir en la dieta 4 o 5 piezas diarias de fruta, verduras y hortalizas. Este tipo de alimentos contienen un alto grado de vitaminas y nutrientes capaces de evitar la aparición de patologías como cataratas y glaucoma.
2.- El consumo de moluscos, cereales, carne de vaca y judías aporta un porcentaje de zinc muy importante para evitar patologías en la retina, y por ende, disminuir la aparición de degeneración macular asociada a la edad.
3.- El pescado azul contiene un aporte de Omega 3 vital para el organismo. Un consumo adecuado de pescados con este tipo de grasa como el salmón, el atún o la sardina, previene la aparición del glaucoma, además de favorecer el lagrimeo del ojo y evitar la sequedad
ocular.
4.- Es importante introducir alimentos ricos en carbohidratos en la dieta de los más pequeños. Este aporte resulta indispensable para lograr un desarrollo y crecimiento adecuado.
5.- La aparición de fotofobia está relacionada con el bajo consumo de vitamina B12. Para paliar esta sensibilidad del ojo frente a la luz, es recomendable incluir en la dieta alimentos de alto valor proteínico como hígado y carnes en general, además de huevos y productos lácteos.
6.- Se recomienda evitar un uso excesivo de azúcares y grasas saturadas, como los dulces y bollería industrial, ya que perjudica los vasos sanguíneos de la retina. El consumo de sal en abundancia también afecta de manera negativa a la salud ocular, pues favorece la aparición de colesterol e hipertensión y provoca un mal funcionamiento de la circulación sanguínea.
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